Mi pequeña tribuna.

¿Porqué escribir en un blog a estas alturas?

Esta cuarentena me ha colocado en un estado de apatía duradera, tengo una flojera inexplicable por leer y estudiar. Me inscribí en un curso hace más de dos semanas de «Estética y Teoria del Arte en el siglo XVIII» y aún no he visto ni el primer módulo. Soy una vergüenza, lo sé.

No hay dia en esta cuarentena que no me encuentre agobiado por la ansiedad; entro a mi cuarto y salgo a ver el cielo como buscando respuestas escondidas en el tiempo, repito dichos movimientos hasta arrojarme en la cama con la mirada perdida en el techo buscando algún sentido que me es indescifrable. Soy un paciente que está consciente de las causas pero que está abrumado por las consecuencias, sin ignorar que la apatia me degenera cualquier capacidad de reacción.

Hay algo dentro de mi que me abate como un niño dando golpes desesperado al vientre para huir del lugar que no comprende ¡Necesito drenar! Necesito un refugio que me ayude a recobrar mis fuerzas y que no sea mi diario, algo que esté a la vista de la gente, algo para compartir y sentir que soy escuchado, siento sonar dramático, pido perdón. No veo la Literatura como un chiste, me lo tomo muy personal, tan personal que no escribo nada que no sienta y todo lo que siento en su mayoria es tristeza, tristeza por un mundo decepcionante, tristeza porque a veces me siento insuficiente para sanar y mitigar los dolores que en su mayoria se acumulan en la cabeza, aunque siempre vuelvo a ella.

Como diria Rebk;

«Hay libros que viajan
Y otros que abren puertas

Entre sus renglones siempre sensaciones

Siempre un personaje
que será tu cómplice

Siempre habrá una página que te identifique

Que te marque un antes y un después por siempre

Siempre habrá una línea dándote respuestas.»

Me refugio en la literatura, en los libros que más allá de contar una historia son mis sesiones terapéuticas.
Mario Vargas Llosa, Poemas, Pablo Neruda, Octavio Paz, Ernest Hemingway, derrotas amorosas, desamores, esperanzas rotas y un poco de sobreanalisis hacen de mi, un barco roto en medio de la tronada.

Sentiria que todo lo que digo es mezquino sino agradezco a aquellos héroes anónimos con los que gratamente me he topado, aquella chica que sin saber ha sido una inspiración para emprender este blog y abrir un poco más de mi ser a ojos humanos, a mi mejor amigo que nunca tarda en escucharme y a las noches de insomnio que suelo padecer pero que gratamente las compenso con literatura.

Desde ahora en adelante esta será una pequeña tribuna donde reiré y lloraré…

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar